Una nueva especie de dinosaurio carnívoro, desenterrada por primera vez a principios de la década de 1990 en Utah, Estados Unidos, se ha convertido en la especie más antigua de alosaurio.
El enorme carnívoro, presentado en el Museo de Historia Natural de Utah, habitó las llanuras aluviales del oeste de América del Norte.
A diferencia de otros terópodos anteriores, los alosaurios eran comparativamente más grandes, de alrededor de 9 metros de largo, sin embargo compartían muchos de sus mismos rasgos anatómicos.
Era un carnívoro bípedo con garras y patas masivas, balanceadas por su pesada cola. Su cráneo curvo provisto de dientes aserrados poseía además unas crestas bajas irregulares, sobre y delante de los ojos.
A pesar de haber sido un temible cazador relativamente grande no pesaba tanto, siendo comparable en masa a un moderno rinoceronte indio.