Miles de personas despiden en un funeral en Houston al nuevo símbolo de la lucha contra el racismo en Estados Unidos.
El reverendo Al Sharpton asegura en su sermón: «Van a hacer lo que puedan por demorar los juicios, y aplazar que se haga justicia, y no lo vamos a permitir». «Los culpables van a pagar por quitarle la vida, se hará justicia», continúa. «Si cuatro policias negros le hubieran hecho a un blanco lo que le hicieron a George, irían a la carcel, las vidas negras no valen lo mismo que las blancas». El reverendo Bill Lawson, uno de los líderes de la comunidad negra, toma el micrófono: «Para mejorar la situación, para lograr justicia, hay que limpiar la Casa Blanca, hay que ir a votar». El sepelio se convierte en un acto también político. «Soy la sobrina de George Floyd y puedo respirar. Mientras pueda respirar, mientras yo respire, se hará justicia. Mi tío era padre, hermano, tío y primo para muchos. Fue un activista, alguien rico de espíritu», dice la joven Brooke Williams.
Familiares de George Floyd hablan ahora, vestidos todos de blanco. «Queremos justicia y paz», dice su hermano. «Quiero justicia para mi hermano, justicia. Él va a cambiar el mundo». Fuente: Infobae