La mayoría de las empresas estadounidenses en China se están resintiendo de los aranceles de la guerra comercial entre Washington y Pekín, obligándolas a irse del país o a reorientar sus negocios, mostró una encuesta difundida este miércoles.
La encuesta de la Cámara de comercio estadounidense en China y su organización asociada en Shanghái describe un panorama sombrío para las empresas estadounidenses.
Tres cuartas partes de los 250 interrogados respondieron que el aumento de los aranceles está teniendo “un impacto negativo” en sus negocios porque éstos redujeron la demanda debido al incremento de los costes de producción y de los precios.
Casi la mitad dijo haber experimentado medidas de represalia no arancelarias en China desde el año pasado, con uno de cada cinco habiendo constatado un aumento en las inspecciones y una cantidad similar la ralentización en el despacho de aduanas.